Por una parte, la idea de fondo del álbum ha partido en esta ocasión de la composición del tecladista David Neuman, quien además programó todos los beats. Nicolo Sommer, guitarrista y vocalista de la banda, dice que aparte de su interpretación escribió las letras y desarrolló el diseño de sonido, pero sobre una base ya existente. Por otra parte, David tampoco se designa como compositor, afirma que la música nunca fue planificada, sólo es un "dejarse llevar", una búsqueda colectiva y sin definición previa, hasta encontrar estructuras y música de manera espontánea. No sé por qué insiste en que no es realmente una improvisación, quizás porque improvisar hoy en día ya se ha convertido en algo que se hace en el escenario y que da un resultado que es pleno en el momento. A juzgar por su sonido, yo diría que la búsqueda de Abject of Decay puede resultar errática e imprevisible, pero siempre perfeccionista, insatisfecha, una búsqueda que no se agota en su movimiento sino que apunta a su superación, pero es lo bastante intensa como para superarse siempre nuevamente.
Aún más errático es el video de la grabación de Teardrops. Casi un documento dadaísta en el que fragmentos de escenas se encadenan de forma caótica. Alguno podría decir que revela mucho sobre sus creadores, incluso si apenas se les ven los rostros. El bullicio de la ciudad de Lima, pequeñas figurillas aquí y allá, los zapatos sobre el piso del automóvil, el foco de una pequeña lámpara... Elementos del contexto casi subconscientes que se filtran por todos lados y escapan al control de la razón.
También en el video aparece el bajista Patricio Ato, quien desde el año pasado participa eventualmente en la banda y en esta ocasión tomó parte en el tema "Romeo's Heart". En muchas otras partes del disco, el bajo es tocado por Nicolo. David y Nicolo también utilizan un gadget, un "juguete" electrónico, llamado el mini kaoss pad, versión en miniatura del kaoss pad y el kaossilator que sirven para mezclar sonidos de forma dinámica como se puede escuchar a la mitad de "Mindsetter".
La temática del disco surge evidentemente de rincones oscuros. Para David fue una liberación de sentimientos guardados, resultado de una época de melancolía y tristeza con la que el disco viene a arreglar cuentas. A mí incluso me parece oír una amargura bastante nítida y desesperada, lágrimas de dulce tristeza que se proyectan hacia un negro abismo sin gravedad. Sonidos metálicos de un futuro oscuro, inspirados también en la película de culto "Blade Runner": un disco de tendencias cyberpunk.
Pero al final, la oscuridad es sólo una etapa y el último tercio del disco se libera hacia sonidos que se deleitan en sus propias formas e incluso expresan un claro discurso de supervivencia. Desde el vacío se puede construir un nuevo universo y, como dice Nicolo, después de tanta oscuridad siempre tiene que haber una luz.
Los sonidos electrónicos que se despliegan en estas canciones siempre han formado parte del estilo de la banda, que a pesar de tener muchos elementos de rock, siempre afirmó también sus influencias del techno y el industrial. En esta ocasión diría que todo va más en dirección hacia el electordark, en el cual susurros o voces distorsionados y ruidos se entremezclan con pianos graves y ondas densas de sintetizador. Tampoco faltan los elementos de música concreta, desde las citas grandilocuentes hasta los gritos de pavor absoluto. Los ritmos varían entre lánguidos vacíos ingrávidos y agresivos beats que siempre se mantienen inusuales, en esta exploración de estructuras que se entretejen con una calidad técnica encomiable.
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